Archivo de la categoría: sense sentit

Partir . . .

 

 

No me pidas que te olvide y que la distancia juegue su papel, porque no quiero.

No me pidas que no te ame y tampoco que me alimente de otros corazones, porque no puedo.

Si vas a irte, vete, no lo digas. No es necesario hablar.  Mírame por última vez y no digas nada.

Que no te acechen los remordimientos,  sabré encontrar la cordura, sabré mantenerme vivo…

La distancia te hará comprender la grandeza de un encuentro que no fue casual…

La distancia te hará comprender cuanto te he amado, de que modo te he amado…

Y otra vez, la distancia,  impondrá su ley. Te hará sentir la cruz de la tristeza, el vacío de lo perdido…

Sentirás.  Llegará y te vencerá. Lo intentarás camuflar, pero al final cederás…

Tendrás el alma fría al despertar y sabrás como duele extrañarme tanto…día a día…en cada lugar…

Sentirás.  Te asaltará sin condiciones  y notarás como se doblega tu  alma.

No me aferro al pasado. Vete, si tienes que marchar. Mi amor es incondicional…

Años 80.

Un poco de humor de buena mañana. Yo no soy dado a publicar este tipo de cosas y menos en este blog, pero debido a las continuas risas que me han provocado he decidido compartirlo.

Se trata de un vídeo donde cantan el tema Años 80 de Ivan ferreiro y donde pasan por diferentes estilos como el de Bunbury.

Todo vuestro.

[youtube]RzE9EuTddgk[/youtube]

Te miro

 

Te miro. Te miro y babeo.

Babeo sin que te des cuenta.

Cada vez que te observo

un nuevo mundo se abre,

nuevas alas se extienden.

Te miro. Te miro y babeo

cuando caminas a mi lado

siento como mi alma

ya no me pertenece:

Ahora tiene un nuevo dueño.

Los sueños cojen rumbo

y mientras paseo por las nubes

ansio que acabe el momento

de tantos y tantos vuelos.

Sigo mirándote y sigo babeando

Cuando entre besos y besos,

hasta el humo que entra en tus pulmones,

camuflado, quisiera ser

porque del el siento celos,

ocupa parte de tu tiempo,

y yo quiero que sea mi tiempo. . .

Por un trozo de cielo

 

 

Él sueña con el universo
ella con un poco de su amor,
él persigue las estrellas
y ella un trozo de su corazón.

 

El ansia lo imposible
ella un cacho de realidad,
para el nada tiene sentido
y para ella la vida es él.

 

No hay dolor mas profundo
que el de un vacío infinito
no hay pena más grande que
estar aquí estando ausente.

 

Ella le compra flores y con cada
una de ellas un trozo de cielo
pero él sigue tan ausente
que no lo puede ver.

 

Él sigue contando estrellas
sin ni siquiera poder ver
que la esta desgastando haciendo
de ella yo no sé que.

Seguir leyendo Por un trozo de cielo

P.G.

 

Con las alas abatidas

 

Con las alas abatidas
y goteando dolor,
busco el rastro
que me lleve
a limpiar mi honor.

 

El tiempo no perdona
mi propio rencor,
el ansia de venganza
enloquece mi yo.

 

Aun no he olvidado
tu estúpida traición,
tus aires de arrogancia
de invencible y de señor.

 

Mi mejor amigo,
mi alma y mi corazón,
abierto tengo la herida
me la hiciste sin compasión.

 

A dos personas he querido,
solo a dos de corazón,
una muerta, ya no existe
la otra me olvido.

 

Y busco la manera
de clavarte un punzón
pero eres mi amigo,
amigo de corazón.

 

Te quiero tanto,
lo juro por dios,
que aunque quiera herirte
no me lo permite el amor.

 

Mi sed de venganza
no la puedo contener.
La amistad que te he dado
la has maltratado tanto.

 

Pero te quise y te quiero
y no lo puedo evitar
a pesar de la rabia
no te puedo olvidar.

«a mi gran traidor.»

Manos

ma

Cuando siento en la distancia tu respiración mi mundo se hace silencio y palpo la belleza de sentir como tu sincera voz envía sentimientos en forma de palabras y tus labios susurran te quiero, mientras los mios secundan tan dulces palabras en forma de eco.

La vida es caprichosa y un fugaz viaje quiso que mis ojos se toparan con los tuyos en un puente que no quiero olvidar, que mis besos encontraran marinero al que esperar, que toda una ciudad fuese testigo como mis manos se unían a las tuyas y de como desde entonces el corazón no ha dejado de sentir la sangre galopar.

Te quedas sin aire solo de pensar en un abrazo mio y te quedas sin aire de pensar en un beso mio. Te quedas sin vida al pensar que la quieres compartir conmigo y la mayor ilusión que tienes es compartir tu todo con mi todo pero la mayor alegria, la mejor, es saber que ya lo hacemos.

Ayer te conté que encontré con quien pasear por la vida cogido de la mano y tus manos escribieron que te encantaría pasar el resto de tu vida cogiéndome de la mano mientras hilamos nuestro futuro: tu vida está cambiando y vive sus mejores momentos para unirse a los mios y a mis sueños, y así, conseguidos, compartidos, tatuados blanco puro, sueños realidad.

Un mes que mis manos se unieron a las tuyas en un trayecto que quise imaginar para siempre y ahora veo cumplido. Un mes que mi boca se acerco a la tuya y supo que no quería separarse recordando «un diamante es para siempre». Un mes desde que mis lágrimas rodasen en la terminal de un aeropuerto donde ahora, ansioso, siempre deseo regresar.

Vamos tejiendo futuro y así llenar tus amaneceres de bellas palabras y tu sonrisa me dice lo bonito que resulta despertarse así y que si todos los despertares van a ser así prometes que el resto de tus días los quieres despertar junto a mi y yo no veo el momento de taparte para toda la vida mientras duermes en el sofá, de enlazar los pies bajo la manta que acuna felicidad, de desayunos con besos, de besos con desayunos.

Nacen las palabras de lo más profundo del corazón, gritan t’estimo. Gritan. Gritan te quiero sin condiciones. Sin reservas, sin miedos. Cada segundo de mi vida, cada segundo de la tuya.

Welcome to Maine

Qué extraños y deliciosos personajes pueblan Maine los días de lluvia. Algunos no tienen cara, otros (los más) no tienen manos. Se asoman a las ventanas de los porches, nunca salen de sus casas porque tienen la sangre tan helada que sus venas se han convertido en finos cables de cristal endurecido que no permiten el movimiento de las articulaciones. La permanencia en Maine lo es todo. Por eso las vidas de sus habitantes son cíclicas, por eso el Hotel más conocido en la ciudad tiene los pasillos circulares. Por eso es imposible huir. Y si llega hasta allí un extraño, después de haber conducido durante horas a través de una niebla sofocante, y deja su coche en el enorme aparcamiento abandonado, e incluso se atreve a adentrarse por las calles en silencio cubiertas de un blanco atroz, los habitantes de Maine le mirarán (le miraremos) con desconfianza y con lástima, porque es posible que los últimos visitantes ya no recuerden ni siquiera cuándo ni cómo llegaron hasta aquí, hasta las mismas carreteras insondables que no acaban, y no se reconozcan en este nuevo extranjero que, si permanece atento al borde de los parterres encharcados, cerca de las canchas de deporte vacías y de las casas a ambos lados, y se mantiene sigiloso y repitiéndose su nombre para poder escapar si así lo quiere, quizá vea la mitad de una cabeza sin rostro desistiendo de mirar por la ventana de algún porche, o a algún hombre sin manos que camina, deslizándose como un leproso, justo por la mitad de la avenida principal hasta el reloj, herido de conmiseración y de abandono, resignado en el recuerdo de todos los inviernos, congelado, muerto de frío, en realidad muerto del todo.

Escrito por Maine | web Maine – en la niebla de los dias.

Morir todavía

Mar | Morir Todavía

Puedo tocar el cielo y morir
por besarte y volver a sentir
inmensas sensaciones que no
puedo olvidar.
Por que no estás aquí?

Las lágrimas se deslizarán
y como un río cubrirán
la ausencia que siento ahora,
al despertar.

Ver que no estas,
saber que no me rozarás
camino y paso a la verdad,
siempre mi amante serás.

Quiero volar para volver a gozar
a lomos de tu cuerpo sudar y sudar.
Quiero ese mar para volver a nadar y
en la orilla de tus besos poder descansar.

Los sueños me consolarán
porque en ellos te puedo tocar
y en mis brazos te deslizarás
y entre mis besos no te dejaré marchar.

No supe comprender
la magia de lo que pudo ser
mi corazón se romperá
cuando el alba empiece a despertar.

El huracán que late en mi
será el viento que tu paso dejo
arremete y altera mis adentros
como tortura sin freno.
Donde, donde, donde estarás.

Prometo no descansar
hasta que mi memoria y tu nombre
un solo cuerpo puedan formar

Prometo que voy a escapar
con la noche que acaba
para no dejar de buscar.

Puedo tocar el cielo y morir
porque no sé dónde estas,
puedo tocar el cielo y morir
porque sentir tu nombre me hace llorar.

Siempre serás mi otra mitad. A DCR

tacones negros. El camino..

Tacones negros

Todos los días Amara se levanta cansada. Amanece y el día no es claro. Tras ella, una gran nube de polvo. El peso de sus hombros es como de costumbre: ni mayor, ni más ligero.

Ha pasado otro invierno y las heridas siguen supurando como si estas fuesen recientes. La tetera humeante es la única compañía a esas horas de la mañana. Tantos años juntas y ella continúa sintiéndose una niña. Torpe. A veces desvalida.

Carlos sigue presente en sus ojos, el la silla de la cocina, haciendo ese insoportable tintiteno con la cuchara mientras ella se da cuenta que ha vuelto a amanecer lluvia en sus ojos. Tristes. Oscuros y cansados.

Una canción de un anuncio televisivo le recuerda que llega tarde. Lleva unos preciosos tacones negros. Esos que nunca se quiso poner y que Carlos le suplico una y otra vez. Como tantas otras cosas. Como tantas otras danzas en las que ellas nunca se dejo vencer.

Silencio. Flores en la entrada. La puerta se cierra. Los tacones, las llaves, las flores y Amara se apresuran por no llegar tarde. Cruza el parque y recuerda una sábana blanca, pájaros cantores y su primer vuelo de la mano de el.

El cementerio esta cerrado. Las pastillas no hacen su efecto y con los nervios no sabe que hacer. Besos. Otros besos. Más gente. Extraños besos. Fingidos besos.

La hermana de Carlos. Tulipanes blancos en sus manos. La tumba continúa como siempre. Limpia. Pura. Libre de hojas muertas o secas. Amara mira sus zapatos y amargamente sonríe. Hace una mueca a Ana y le confirma que se los ha puesto para el. Ana no esconde sus ojeras y sincronizadas pasan la mano por la foto del el.

Abrazos destrozan su cuerpo. No recuerda si tomo las pastillas. Murmura que está cansada. No recuerda cuando fue la última vez que discutió con Carlos. Un año es demasiado tiempo pero la muerte no tuvo presente excusas ni planes por hacer. El silencio es un dulce beso y los besos son los labios de quien hace tintineo con la cucharilla del te.

enviado a Quieres Colaborar? por Andrea

Alondra

 

El viento en la cara

 

 

Te puedo regalar
las olas y el mar
si con ello consigo
que te puedas alzar.

 

Y puedo cantar
con todo mi corazón
sí en cada canción
te dejas llevar.

 

Puedo recitarte versos
desde el alba al anochecer
y en cada uno de ellos
repetirte que aquí siempre estaré.

 

Te escribo a ti,
escribo por mí,
porque puedo tocar el cielo
y tu me puedes acompañar.

 

No aran falta las piernas
porque podemos volar
y descansaremos en nubes
que soñaste tocar.

 

Yo seré Galerna
que entre mis brazos
te pasea.
Tú serás la alondra
que da vida a este cielo
porque no hay más paisaje
que el de tus ojos sonriendo.

 

Te puedo regalar
mis risas y mis llantos
y tu me puedes dar
cobijo en noches de pura tempestad.

 

A veces mis manos lloran
porque no saben dónde se pueden apoyar
a veces tus piernas lloran
porque olvidaron como será el caminar.

 

Eres mi cielo
lleno de estrellas
y cubierto de un manto
del más puro coral.

 

Puedo gritarle al viento
hasta lograr desafiar
que sople con tanta fuerza
que nos tengamos que levantar.

 

Y así, al levantarnos,
cogida de mis brazos
bailar y bailar.

 

Seguiré siendo Galerna
que a golpes de corazón
ensancha lo que hay
entre tu y yo.

 

Siempre. Seguirás.
Seguirás siendo mi luna,
mi chica, mi cielo,
mi infinito mar……..

 

«con todo mi corazón…………»