No sabia de Silvia Pérez hasta la pasada tarde de domingo. Un concierto en el Palau de la Música Catalana abrió mis sentidos y mis ganas de bucear para ver que encontraba sobre ella y su trayectoria musical.
Con el sugerente titulo La veu de les emocions y con Raül Fernández “Refree” a la guitarra, el dueto hizo que este concierto, enmarcado dentro del Festival Más i Mas, supiera a poco. Muy poco.
Una de las sorpresas ha sido esta: Menuda. Canción con la que abrió el concierto y nos dejo a todos con la boca abierta. La canción en directo gana mucho: aumenta su sensibilidad, amplia su fuerza generando una controlada potencia, dejando en la sala un aire cargado de sentimiento.
Como viene siendo habitual en mi, y con todos mis respetos, las canciones de Serrat cuando las canta el, no me dicen nada. Por contra, cuando estas mismas se trasladan a la voz de otros, me encantan. Sobre todo por lo que dicen y que en boca de Serrat no se apreciar.
a Silvia Pérez la puedes encontrar en muy diferentes proyectos como Immigrasons, Las migas o junto a Ravid Goldschmidt en un muy recomendado disco titulado Llama.
letra Menuda (para Ka y FJ traducida)
Piensa en mí, pequeña, piensa en mí cuando las brujas te arañen por la mañana. No te haré más tibio el frío ni más dulce el café con leche pero piensa en mí, pequeña, piensa en mí.
Piensa en mí cuando no te llegue el sueldo o cuando te empujen en el metro a las ocho.
Y llévame bordado en tu blusa o pintado en tu sonrisa rojo. Colúmpiame en tus pendientes. Envuélveme con tus anillos y déjame ir contigo, déjame ir. Déjame ir donde vas, deja allí ir, pequeña, entre alegría y pena abrazado contra el poema que lees a escondidas.
Bostezará perezosa la ciudad cuando marques la hora y abras las ventanas de despacho y te sacudas los pájaros que hacen nido de tu pelo; te dice el corazón que el pájaro enjaulado, muere.
Ellos me traen en sus plumas sueños y latidos cuando golpean mis cristales sus picos.
Y me cuentan la historia blanca y pequeña que entre cuatro paredes se marchita. Pian que muere la primavera cuando no puede ir a paseo. Déjame ir contigo, déjame ir. Déjame ir donde vas, deja allí ir, pequeña, y enciende la cara. Piensa que tenemos todavía el camino de tus pájaros para volar tú y yo con ellos.