El sábado 20 se produjo un antes y un después en unos de los capítulos de la historia musical española. Quizá un evento de este tipo, con músicos nuestros, de aquí, no se vuelva a repetir dada la lista de factores tan dificiles de cumplir para que esto se pueda volver a producir. Y Si se repite, dudo que más de 70.000 personas sean una sola voz, un solo corazón, un único latir…una noche de aliados y de complicidad.
Impresiona ver un estadio como el de La Cartuja con más de 70.000 personas. Ya, en las inmediaciones del estadio, podía sentir que toda la gente allí congregada se estaba uniendo silenciosamente, con gestos, compartiendo bebidas, con risas, reinando una especie de buen rollito para formar una gran familia.
Entre avión y avión, sobre volando el estadio y el cielo sevillano y con buena música por los altavoces para amenizar la espera, el deseado momento llego. La misma ciudad que vio el adiós definitivo de HDS unos años atrás, ahora tenia la ocasión de volver a vibrar con ellos.
De riguroso negro y con un impactante escenario los primeros acordes de El estanque abrió la larga espera de una mágica noche llena de sensaciones acumuladas, de puro espectaculo audiovisual y con una entrega total tanto de público como de la banda.
“Sevilla, buenas noches, un placer estar con ustedes, os queremos dar las gracias por lo grande que se ve esto” fueron las primeras palabras de un Bunbury no totalmente recuperado, pero si muy motivado. Prueba de ello fueron sus interminables paseos por el escenario, de un lado a otro, hacia delante y hacia atrás, demostrando estar muy bien y buscando la complicidad con un público rendido.
Le siguiron temas como La carta, la fantástica Bendecida, Opio, Sirena Barada,
Flor de loto…y todo ello combinado con imagenes seleccionadas minuciosamente para cada tema, para cada monento y frases como “Todo esto que hemos montado no sería posible si no estuvieran ustedes ahí’.
Como he repetido insistentemente a todo el mundo que me pregunta, una parte del espectáculo fue visual. Aunque uno de los indiscutibles protagonistas y que no podemos obviar fue ese gran escenario, con una plataforma central y una pasarela de unión entre los dos puntos. De allí, como por arte de magia salio una segunda batería plantada en medio de este segundo escenario para sonar temas como La Herida, Despertar y el primer single de los maños heroes de leyenda y así continuar para volver a tener los pelos de punta con temas como El mar no cesa o el El espíritu del vino.
Destacar el momento tan especial de “La chispa adecuada‘, cuando las luces del estadio se apagaron y bunbury pidio la colaboración de todos para arropar con mecheros, móviles o hasta play station, si hacia falta, a esta clásica balada.
Si bien es cierto que en ningún momento pude ver una complicidad de grupo como tal, todos se mantuvieron en su sitio y esto no afecto al resultado final, donde obtuvimos todo lo que queríamos: revivir el pasado, dejarnos la voz, sentir como un trozo de tu historia flotaba en el aire y donde miles de personas más estaban sintiendo lo mismo que tu. Todo un espectáculo con letras mayúsculas.
Que nadie se deje llevar por la nostalgia y por las ganas de querer más. Heroes no han retomado su carrera como banda y este guiño en 2007 (sea por motivos económicos o no) y después de ver este concierto de Sevilla confirma que sus carreras van a seguir caminos diferentes. Buena prueba de ello es que Bunbury última los preparativos de su próximo trabajo en solitario.
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