Christina Rosenvinge – Festival (a)phònica de Banyoles 2010

 

Dentro del festival (a)phònica  “Setè festival de la veu”,  que se ha celebrado en Banyoles  este fin de semana del 24 al 27 de Junio,  hemos asistido al concierto de Christina Rosenvinge.

Atrás quedan etiquetas del tipo La chica de Chirstina y los Subterraneos o Alex y Cristina.  En esta ocasión Rosenvinge presenta las canciones de su último trabajo Tu labio superior y presenta un adelanto de algunas canciones que se incluirán dentro del que será su nuevo trabajo discográfico y que verá la luz para mediados de octubre.

Con voz susurrante, con un tazón de manzanilla en una mano y con un vaso de ginebra diluida en agua en la otra, Christina no ha hecho esperar a l’Auditori de Ateneu de Banyoles.

Desde la primera canción Christina ha seducido a un auditori lleno y  ha dejado bien claro que, si bien la imagen que proyecta junto a sus sinuosos movimientos y sus dulces palabras pueden llevar a confusión sobre ella, esta chica de inocente o de ingenua no tiene nada.

Durante 1, 20 minutos hemos podido ver lo bien que se desenvuelve sola, moviéndose de la banqueta y su guitarra, en primer plano del escenario, a la banqueta del piano en un segundo plano del escenario y donde los juegos de luces han sido su única compañía.

Ciertamente estoy escribo estás líneas siendo consciente que un único concierto en acústico, ha cambiado mi opinión respecto a ella e insisto: ni es tonta, ni canta mal en directo como siempre había escuchado y además, lo había creído. Quizá todo lo contrario. Las canciones de esta noche superan a las pistas del disco.

Lo demuestra cuando se sienta sola con su guitarra en el escenario y con una tímida sonrisa hace sonar los primeros acordes de su guitarra y donde rápidamente uno se da cuenta que esto pinta bien.

Lo vuelve a demostrar cuando se levanta para ponerse delante del piano y las primeras notas de animales vertebrados suenan y las arropa con su voz, llenando de una complicidad mágica l’Ateneu.

Tampoco tiene problema a la hora de quedarse encallada, cuando se le olvida la letra de un nuevo tema, para con toda naturalidad parar, contarlo a los presentes, y volver a empezar. Buen grado de madurez musical. Aquí es donde demuestra que no es casualidad que lleve tantos años girando con sus canciones, su guitarra y su larga melena rubia que tanto le gusta mover de un lado a otro.

Así han ido sonando una a una las  canciones que ha ido presentando y que ha combinado simultáneamente con guitarra o piano. No ha querido marcharse sin tocar una versión en catalán y la otra, Aleluya, de Leonard Cohen.

Os dejo con un vídeo. La calidad no es muy buena, pero creo que suficiente como para poder apreciar todo lo comentado anteriormente.

Así ha pasado Christina Rosenvinge por este agradable (a)phònica, donde he podido disfrutar de sus canciones como nunca, dentro de un precioso marco como es este festival y su entorno por toda la ciudad y con un lago como fondo.  Por si todo eso no fuese bastante, he tenido la suerte de disfrutarlo acompañado de alguien muy especial.

 

 

http://www.aphonica.banyoles.cat/        y      http://www.christinarosenvinge.com

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